
Nota de la serie. Este es el segundo de cuatro artículos que publico durante octubre, mes de Halloween. Son piezas de divulgación adaptadas de mi Trabajo Final de Máster sobre trauma, tragedia y terror (disponible para leer en el repositorio universitario). Cada lunes, una entrega nueva para leer el miedo contemporáneo con herramientas claras y ejemplos concretos.
1) La pizarra ya lo decía
Peter está en clase. La voz del profesor llega amortiguada: estamos dentro de su cabeza. En la pizarra aparece la consigna del coro de Antígona: “PUNISHMENT BRINGS WISDOM”. Más abajo, otra pizarra resume el temario del día: “Escaping Fate”, la relación entre conocimiento y responsabilidad y el aviso lapidario: “No man considered fortunate until he is dead.” La lección está dada aunque nadie la escuche: sabiduría por castigo y fortuna solo al final, que es otra forma de decir tragedia.
Si la clase habla de destino y culpa, es porque la película ya ha decidido de qué trata. El tablero está colocado antes de que el jugador haga su primer movimiento.

2) La mano que se alza sola (y el cuerpo como tesis)
Primero se oye el chasquido de lengua detrás de Peter. Luego, la mano se eleva rígida, tirante, como si un hilo invisible la arrastrara desde arriba. La cara se agarrota, la respiración se corta, la cabeza golpea contra el pupitre hasta romperse la nariz. Cuando por fin se suelta, Peter cae al suelo y grita: ha sido liberado de “lo que sea” que lo retenía. El plano es un manifiesto: el sujeto no es el autor de sus actos; hay una fuerza previa, estructurante. La tragedia se coreografía antes de enunciarse.
En Hereditary, el “hilo” no se explica: se ve en el cuerpo que obedece.

3) Ifigenia: coronar a la víctima
Si Peter pudiera atender a la lección, sabría que el profesor está hablando de Eurípides y Ifigenia en Áulide. Ifigenia, como Peter, es víctima sacrificial de las ambiciones ajenas; su muerte es el precio para que otros logren lo que quieren. Antes de degollarla, el adivino Calcante la corona. Hereditary cierra con esa misma imagen: Peter coronado, o mejor, el cuerpo de Peter coronado como receptáculo del demonio Paimon. El gesto de aula —la mano— desata el clímax que lleva a la coronación. De pizarra a altar: el hilo estaba ahí desde el principio.

Atribución: By Niccolò Tornioli – Galleria Spada, Roma – [1] – Olio su tela, cm. 247.3 × 172, Public Domain, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=48864891

4) Las Traquinias: autoría desde el más allá
Aster no se queda en Eurípides. La otra pieza que aclara la “autoría” es Sófocles y Las traquinias: Deyanira, la sangre del centauro Neso en el manto, Heracles abrasado y la profecía cumplida. La frase que remata el mecanismo es brutal: “Él muerto, a mí, vivo.” El que ya no vive decide la muerte del que aún respira. Hereditary replica la lógica: la abuela ha muerto, pero es ella quien mueve los hilos. Cuando Annie descubre los libros de ocultismo y las fotos del culto, entiende que nunca hubo libre albedrío, solo un plan meticulosamente diseñado.
“No morirás por manos de un vivo.” La tragedia firma desde el otro lado. En Hereditary, la firma tiene nombre propio: la abuela.

Atribución: By Davide Mauro – Le vie d’Italia, marzo 1936, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=102488265
5) Tradición del “tropo aula”: cuando el guion te hace la didáctica
Aster está jugando un tropo clásico del terror adolescente: la clase de literatura que comenta, a plena luz, la película. Halloween ya lo hacía en 1978: la profesora glosa a Samuels y Constain para fijar la idea central —“El destino es inamovible como una montaña. El destino nunca cambia.”— justo cuando Laurie mira por la ventana y La Forma ya la observa. Ese guion, además, deja ver lo que el montaje esconde: “LAURIE STRODE ESTÁ SOLA.” Un apunte íntimo que anticipa su herida.
En los 80, Wes Craven coloca a Hamlet en el pasillo de Elm Street: el fantasma del pasado que colapsa el presente, la deuda intergeneracional que pagan los hijos por los actos de los padres. Aster elige Sófocles para decirnos: aquí no se trata de “quién lo hizo”, sino de qué fuerza nos gobierna aunque creamos decidir.

6) Ironía trágica y catarsis (lo que sientes sin saber por qué)
Como en Sófocles, los personajes comprenden tarde. Peter no escucha la clase que lo explica; Annie descubre el plan cuando ya está todo hecho. El espectador contemporáneo, a diferencia del ateniense que ya sabía el mito, camina casi a ciegas con ellos; por eso el final produce esa mezcla antigua de piedad y temor que Aristóteles llamó kátharsis. Al segundo visionado, la película se revela como lo que era desde el inicio: una tragedia.
Bloque destacado. La ironía trágica no es un giro: es un reconocimiento tardío. La catarsis llega cuando por fin vemos el hilo entero.

By Unknown artist – antmoose, 4June 2005; English Wikipedia, original upload 25 June 2005 by Wetman, same filename, Public Domain, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=389699
7) Cierre: el hilo estaba siempre
Una pizarra con máximas griegas, una mano que se eleva sola y una corona que sella el destino. Todo lo necesario está en clase. Hereditary no es “misteriosa”: es transparente para quien quiera leer. La lección no cambia: el destino no se evita, la autoría puede venir de los muertos y el cuerpo es el lugar de la evidencia. El hilo estaba siempre; la película solo nos enseña cómo tira. Si tan solo prestaran atención a la clase…

Aviso de afiliación: este artículo contiene enlaces de afiliado. Como Afiliado de Amazon, gano con las compras que cumplen los requisitos. Selección editorial independiente; la comisión no cambia el precio ni mi opinión.
📚 Recomendados
- Hereditary (2018) — Ari Aster Duelo, silencio e incomunicación: cuando el relato se rompe.
 - Poética — Aristóteles Catarsis, piedad y temor: claves para leer el desenlace.
 - Tragedias completas — Esquilo, Sófocles y Eurípides El destino que no se esquiva: la raíz del conflicto trágico.
 - La tragedia, los griegos y nosotros — Simon Critchley El yo dependiente y las fuerzas que exceden la voluntad.
 - El cuerpo lleva la cuenta — Bessel van der Kolk Cómo el trauma se inscribe en el cuerpo y la memoria.
 - Trauma and Recovery — Judith L. Herman (en inglés) Del silencio al testimonio: caminos para recomponer el relato.
 
Serie completa Tragedia · Trauma · Terror:
1. Destino vs. trauma: por qué el terror nos entiende mejor de lo que crees
2. Tirando del hilo: Hereditary como tragedia en una clase de literatura
3. Mirar duele: Edipo en el cine de terror
4. De generación en generación: fantasmas, genes y brujas [Lanzamiento: 27/10/25]
TFM Completo: https://repositori.upf.edu/items/a9b095c3-0af8-41d3-819e-8672bde332a2
¿Quieres construir dispositivos visuales tan claros como la mano de Peter o una pizarra que lo cuenta todo? Lo trabajamos en asesoría 1:1: del tema a la imagen y de la imagen al mecanismo trágico.


[…] Destino vs. trauma: por qué el terror nos entiende mejor de lo que crees2. Tirando del hilo: Hereditary como tragedia en una clase de literatura3. Mirar duele: Edipo en el cine de terror4. De generación en generación: fantasmas, genes y […]
[…] Destino vs. trauma: por qué el terror nos entiende mejor de lo que crees2. Tirando del hilo: Hereditary como tragedia en una clase de literatura3. Mirar duele: Edipo en el cine de terror4. De generación en generación: fantasmas, genes y […]