Tirando del hilo: Hereditary como tragedia en una clase de literatura

Una pizarra que ya sentencia la fortuna, una mano que se alza sola y un coronamiento final: Hereditary se lee como tragedia. De Ifigenia a Las Traquinias, Aster convierte el tema en dispositivo visual. La película no lo explica: lo encarna en el cuerpo de Peter.

Portada “Tirando del hilo”: mano de alumno alzada que sujeta un hilo rojo, carrete a la derecha, fondo lila; gran titular y subtítulo “Hereditary como tragedia en una clase de literatura”.
Portada del ciclo de octubre en Bibliobyte: Tirando del hilo. La mano-hilo y el carrete visualizan el destino trágico que analiza el artículo sobre Hereditary. (Incluye fotograma con fines de comentario y análisis).

Nota de la serie. Este es el segundo de cuatro artículos que publico durante octubre, mes de Halloween. Son piezas de divulgación adaptadas de mi Trabajo Final de Máster sobre trauma, tragedia y terror (disponible para leer en el repositorio universitario). Cada lunes, una entrega nueva para leer el miedo contemporáneo con herramientas claras y ejemplos concretos.


1) La pizarra ya lo decía

Peter está en clase. La voz del profesor llega amortiguada: estamos dentro de su cabeza. En la pizarra aparece la consigna del coro de Antígona: “PUNISHMENT BRINGS WISDOM”. Más abajo, otra pizarra resume el temario del día: “Escaping Fate”, la relación entre conocimiento y responsabilidad y el aviso lapidario: “No man considered fortunate until he is dead.” La lección está dada aunque nadie la escuche: sabiduría por castigo y fortuna solo al final, que es otra forma de decir tragedia.   

Si la clase habla de destino y culpa, es porque la película ya ha decidido de qué trata. El tablero está colocado antes de que el jugador haga su primer movimiento.

Profesor frente a una pizarra verde hablando a una clase; alumnos de espaldas, lista de temas escrita en la pizarra.
La lección enumera los temas —Escaping Fate, conocimiento y responsabilidad, “No man considered fortunate until he is dead”— mientras la película se explica a sí misma. (Fotograma usado con fines de comentario y análisis).

2) La mano que se alza sola (y el cuerpo como tesis)

Primero se oye el chasquido de lengua detrás de Peter. Luego, la mano se eleva rígida, tirante, como si un hilo invisible la arrastrara desde arriba. La cara se agarrota, la respiración se corta, la cabeza golpea contra el pupitre hasta romperse la nariz. Cuando por fin se suelta, Peter cae al suelo y grita: ha sido liberado de “lo que sea” que lo retenía. El plano es un manifiesto: el sujeto no es el autor de sus actos; hay una fuerza previa, estructurante. La tragedia se coreografía antes de enunciarse.   

En Hereditary, el “hilo” no se explica: se ve en el cuerpo que obedece.

Primerísimo plano de una mano alzada y rígida en un aula, dedos tensos bajo luz fría.
La mano de Peter se eleva sola en clase: un gesto que condensa destino, posesión y tragedia. (Fotograma usado con fines de comentario y análisis).

3) Ifigenia: coronar a la víctima

Si Peter pudiera atender a la lección, sabría que el profesor está hablando de Eurípides y Ifigenia en Áulide. Ifigenia, como Peter, es víctima sacrificial de las ambiciones ajenas; su muerte es el precio para que otros logren lo que quieren. Antes de degollarla, el adivino Calcante la corona. Hereditary cierra con esa misma imagen: Peter coronado, o mejor, el cuerpo de Peter coronado como receptáculo del demonio Paimon. El gesto de aula —la mano— desata el clímax que lleva a la coronación. De pizarra a altar: el hilo estaba ahí desde el principio. 

Óleo barroco de Niccolò Tornioli en la Galleria Spada (Roma), figura dramática en composición vertical. Sacerdote alza un hacha sobre Ifigenia arrodillada junto a un altar humeante; escena barroca.
Pintura barroca de Niccolò Tornioli conservada en la Galleria Spada (Roma). Pieza de contexto para la tradición trágica en la iconografía europea.
Atribución: By Niccolò Tornioli – Galleria Spada, Roma – [1] – Olio su tela, cm. 247.3 × 172, Public Domain, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=48864891
Coronación ritual de Peter: dos manos le ciñen la cabeza mientras mira fijo, luz cálida en penumbra.
La coronación de Peter como receptáculo de Paimon: manos que consagran la cabeza y sellan el destino trágico. (Fotograma usado con fines de comentario y análisis).

4) Las Traquinias: autoría desde el más allá

Aster no se queda en Eurípides. La otra pieza que aclara la “autoría” es Sófocles y Las traquinias: Deyanira, la sangre del centauro Neso en el manto, Heracles abrasado y la profecía cumplida. La frase que remata el mecanismo es brutal: “Él muerto, a mí, vivo.” El que ya no vive decide la muerte del que aún respira. Hereditary replica la lógica: la abuela ha muerto, pero es ella quien mueve los hilos. Cuando Annie descubre los libros de ocultismo y las fotos del culto, entiende que nunca hubo libre albedrío, solo un plan meticulosamente diseñado.     

“No morirás por manos de un vivo.” La tragedia firma desde el otro lado. En Hereditary, la firma tiene nombre propio: la abuela.

Coro de actores con túnicas desciende una gran escalinata exterior; escenografía geométrica en blanco y negro.
Montaje de Sófocles, Las Traquinias: la ritualidad del coro como gramática de lo inevitable.
Atribución: By Davide Mauro – Le vie d’Italia, marzo 1936, CC BY-SA 4.0, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=102488265

5) Tradición del “tropo aula”: cuando el guion te hace la didáctica

Aster está jugando un tropo clásico del terror adolescente: la clase de literatura que comenta, a plena luz, la película. Halloween ya lo hacía en 1978: la profesora glosa a Samuels y Constain para fijar la idea central —“El destino es inamovible como una montaña. El destino nunca cambia.”— justo cuando Laurie mira por la ventana y La Forma ya la observa. Ese guion, además, deja ver lo que el montaje esconde: “LAURIE STRODE ESTÁ SOLA.” Un apunte íntimo que anticipa su herida.   

En los 80, Wes Craven coloca a Hamlet en el pasillo de Elm Street: el fantasma del pasado que colapsa el presente, la deuda intergeneracional que pagan los hijos por los actos de los padres. Aster elige Sófocles para decirnos: aquí no se trata de “quién lo hizo”, sino de qué fuerza nos gobierna aunque creamos decidir. 

Nancy somnolienta en su pupitre durante una clase, con la cabeza apoyada en la mano y un libro abierto delante.
Nancy se queda dormida en el aula; la escena enlaza con Hamlet y abre la pesadilla en la que aparece Tina en una bolsa de cadáveres. (Fotograma usado con fines de comentario y análisis).

6) Ironía trágica y catarsis (lo que sientes sin saber por qué)

Como en Sófocles, los personajes comprenden tarde. Peter no escucha la clase que lo explica; Annie descubre el plan cuando ya está todo hecho. El espectador contemporáneo, a diferencia del ateniense que ya sabía el mito, camina casi a ciegas con ellos; por eso el final produce esa mezcla antigua de piedad y temor que Aristóteles llamó kátharsis. Al segundo visionado, la película se revela como lo que era desde el inicio: una tragedia.   

Bloque destacado. La ironía trágica no es un giro: es un reconocimiento tardío. La catarsis llega cuando por fin vemos el hilo entero. 

Mosaico romano con máscaras teatral trágica y cómica de colores vivos.
Iconografía clásica del teatro: máscaras de tragedia y comedia que sostienen la tradición de la catarsis.
By Unknown artist – antmoose, 4June 2005; English Wikipedia, original upload 25 June 2005 by Wetman, same filename, Public Domain, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=389699

7) Cierre: el hilo estaba siempre

Una pizarra con máximas griegas, una mano que se eleva sola y una corona que sella el destino. Todo lo necesario está en clase. Hereditary no es “misteriosa”: es transparente para quien quiera leer. La lección no cambia: el destino no se evita, la autoría puede venir de los muertos y el cuerpo es el lugar de la evidencia. El hilo estaba siempre; la película solo nos enseña cómo tira. Si tan solo prestaran atención a la clase…

Primer plano de Peter en clase, con la mirada baja y el dedo en los labios, luz de ventana desenfocada al fondo.
Peter, absorto en clase, antes de que el “hilo” trágico empiece a tirar con fuerza. (Fotograma usado con fines de comentario y análisis).

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  • El cuerpo lleva la cuenta — Bessel van der Kolk Cómo el trauma se inscribe en el cuerpo y la memoria.
  • Trauma and Recovery — Judith L. Herman (en inglés) Del silencio al testimonio: caminos para recomponer el relato.

Serie completa Tragedia · Trauma · Terror:

1. Destino vs. trauma: por qué el terror nos entiende mejor de lo que crees
2. Tirando del hilo: Hereditary como tragedia en una clase de literatura
3. Mirar duele: Edipo en el cine de terror
4. De generación en generación: fantasmas, genes y brujas [Lanzamiento: 27/10/25]

TFM Completo: https://repositori.upf.edu/items/a9b095c3-0af8-41d3-819e-8672bde332a2

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Guillem Serradell Asensi Ver Perfil
Soy guionista, escritor y creador de Bibliobyte: un proyecto narrativo donde cuerpo, palabra y tecnología se entrelazan. Aquí comparto manifiestos, reflexiones y relatos que exploran lo raro, lo íntimo y lo que no encaja en los márgenes del algoritmo. Bibliobyte no es una marca. Es una mutación.

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